Atención sanitaria en el Movimiento de Liberación Tupamaros – La historia jamás contada – Mario Camaño – J.J. Arén – R. Rodríguez – R. Martinez Platero – Ricardo Elena- / Presentación Samuel Blixen / Prólogo R. R. Canzani

Escrita por trabajadores de la salud, sobrevivientes de la dictadura. Su característica testimonial de Historia reciente, es inédita (nunca publicado) y jamás registrada, su singularidad la participación colectiva y el trabajo de conjunto, respetando independencia de criterios,
manteniendo compromiso, y convicciones.

Fuimos, simplemente, trabajadores de la salud que nos sumamos voluntariamente a otros militantes del pueblo en una lucha en la que, quizá, aún no esté dicha la última palabra. Lo hicimos con la honrada convicción de que la nación oriental se encontraba en un dramático e histórico cruce de caminos. Según los casos, unos con más desarrollo de su conciencia política que otros y otras, pero todos, sin afán de protagonismos, sin pretender nada a cambio y aceptando los serios riesgos que esta decisión acarreaba, cosa que así ocurrió…

Es posible que compañeros de pueblos hermanos, vean con curiosidad y respeto este sencillo relato. Sea este “rescate histórico”, al mismo tiempo, un homenaje a los compañeros y compañeras de lucha, muchos de los cuales ya no están, a compañeros y compañeras médicos, estudiantes de Medicina, enfermeros y trabajadores de la salud en general, que nos hicieron posible cumplir con nuestro compromiso.

Los relatos los hacemos con un orden cronológico, desde la formación de la asistencia sanitaria. Consideramos especialmente la repercusión familiar y profesional. Intentamos mostrar la formación de la asistencia, las resistencias durante la reclusión, o el exilio y la resiliencia para mantener y/o reconstruir nuestras vidas en lo familiar y profesional.

Tenemos distintos testimonios separados por autores/as, por el contexto en los que se desarrollaron los hechos. Diferentes profesiones, instituciones, países, ciudades, lugares de trabajo. Describimos experiencias totalmente independientes, pero representativas de los avatares que enfrentamos después de la desarticulación.

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(…que fabricaron un equipo de anestesia con un frasco de desodorante Polyana como vaporizador con dos tubos incorporados, uno largo para hacer burbujear el gas en la solución anestésica y otro corto que llevaba el gas anestésico al paciente; un viejo acordeón como ventilador mecánico y el mismo acordeón, con una válvula inversora, como aspirador. Cada quien, en su lugar de militancia, aportaba su creatividad…)