La ideología alemana
Karl Marx, Friederich Engels
En La ideología alemana se plantea el nacimiento de la nueva ideología.
Desde sus primeras páginas y muy claramente ambos exponen que el hombre antes de pensar en política, ciencia, arte o religión, debe comer, vestirse y tener un techo. En sus propias palabras, “No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social lo que determina su conciencia”. Todo tiene su raíz en las circunstancias económicas que rodean a las personas.
Luego definen con mucha precisión al estado burgués y la ideología del mismo: “La forma de organización que se dan los burgueses necesariamente, tanto hacia el exterior como en el interior, para garantía de su propiedad y de sus intereses”. Y luego continúan con la ideología: “Las ideas de las clases dominantes son, en cada época, las ideas dominantes; es decir, la clase que detenta el poder dominante en lo material en el seno de la sociedad, constituye al mismo tiempo su poder dominante en lo espiritual”.
Las cuestiones profundas que planteaban son tan de ayer como de hoy. Son tan actuales que las entendemos perfectamente cuando en nuestras sociedades, casi en la mayoría de los pueblos de hoy, la vivimos, perdón, sufrimos en carne propia.
En esta obra, Marx y Engels plantean por primera vez cuál es la tarea de los sujetos protagonistas de la historia, conquistar el poder político.
Y a partir de ese momento el pensamiento humano despierta ante un planteo estelar, porque estos dos muchachos llegaron a demostrar, como dijo luego Vladimir Lenin; “que el socialismo no es una invención de soñadores, sino la meta final y el resultado inevitable del desarrollo de las fuerzas productivas dentro de la sociedad contemporánea”.
O como sostuviera más adelante el revolucionario argentino Ernesto Che Guevara… “el camino es hacia el socialismo, y este no es una creación milagrosa sino el resultado del trabajo humano”.